jueves, 17 de septiembre de 2009

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-Siniy: Es muy difícil tener una amistad en los tiempos que corren.

-Krasnij': Sí, hay mucha hipocresía.

-S: Están los compañeros, con los que te llevas bien, y los "amigos".

-K: Y luego está la gente que los engloba a todos en "amigos", y la gente que le parece que ninguno de esos grupos es suficiente para ellos mismos.

-S: Es bien cierto, con lo bonito que es ver como de completos desconocidos se pasa a las conversaciones cotidianas, para luego hablar un poco más, y buscarse, y pensar que con esa persona has logrado conseguir una complicidad, que es alguien especial, y poder decir "sí, es mi amigo/a".

-K: También existe la transformación inversa, hasta terminar con un simple hola y adiós. Y las personas que encasillan a cada persona en un nivel, y es imposible que pasen de ahí, bien por miedo, bien por inseguridad, porque es más cómodo.

-S: Otras personas buscan su consuelo en objetos materiales, en una canción, en un desconocido, en hablar a través de dos matrioskas...

-K: Y luego estamos tú y yo, dos rusas de pura cepa, que nos queremos y nos apreciamos, y será así hasta que nuestra madera se pudra con nuestra amiga humana. Nos ahorramos muchas decepciones.

2 comentarios:

  1. Siempre, desde que apareció la vida en la Tierra (estamos hablando de organismos unicelulares), han existido dos tipos de amigos: los amigos X y los amigos Y (para simplificar, porque no recuerdo el nombre exacto según María Moliner, y así además utilizamos la misma terminología que en matemáticas, ya que no dejan de ser incógnitas).

    Los amigos X son gente con la que te llevas bien, hablas, te ríes y sales a tomar algo de vez en cuando. El primer caso documentado de este tipo lo encontramos ya en la sopa primitiva, apenas 0.7 milisegundos después de que se formaran los primeros microorganismos vivos del mundo, cuando un alegre organismo unicelular invitó a un protozoo a tomar una cerveza (por aquel entonces ya se había inventado la cerveza). Pasaron un buen rato y, tras rechazar el protozoo la proposición de su amigo X de "contribuir a la evolución fusionando especies", se despidieron (sin darse la mano, por dos motivos de peso: primero, porque no tenían(no se habían inventado); segundo, por miedo a la gripe A) y quedaron en que uno llamaría al otro si alguna vez se acercaban por su ciudad (cosa que no hicieron, porque en el momento de la promesa ignoraban que su vida media era de unas pocas centésimas de segundo). Vemos que se llevaron bien sin adquirir ningún compromiso de importancia.

    Los amigos Y son bastante más complejos (igual que las matemáticas se complican cuando nos aparecen las "y" en las ecuaciones), y el primer caso que conocemos data de bastante tiempo después, más o menos de cuando se inventó el cine(hace millones de años, cuando rodaron Ben-Hur), cosa que propició que los organismos unicelulares quedaran frecuentemente con otros para ver las películas y los jubilados(que ya tenían varias células y el ayuntamiento les daba cupones para ir al cine gratis) no les vieran solos y se pensaran que eran unos amargados que se pasaban la vida intentando ligar con chinas y además no lo conseguían. Esto hizo que establecieran vínculos afectivos muy estrechos (quedaban para bipartirse juntos, intercambiaban esporas, hacían la fotosíntesis en grupo(todas estas cosas ya se habían inventado, pese a lo que crean los biólogos)) y que estas células empezaran a pensar que realmente había otras células a las que les importaban y se alegraran de vivir, encontrándole por fin el sentido a su mísera existencia(porque, no nos engañemos, la vida de un organismo unicelular es tremendamente aburrida). Habían encontrado a sus "Y".

    Hasta ahí todo era muy simple, pero después surgieron algunos problemas(que ya se habían inventado) a medida que los seres empezaron a tener más y más células (porque los organismos unicelulares iban a lo fácil y pasaban de líos). El principal problema era, y sigue siendo, la mala clasificación de los amigos según el tipo. Es decir, que muchos se confundían y consideraban a sus amigos como Y, cuando en realidad no pasaban de X. Y era ése el gran fallo porque, en la amistad, hay que saber en todo momento hasta dónde están dispuestos a llegar tus amigos por ti y tener cuidado de no esperar de ellos nunca más de lo que se puede conseguir. Es a eso a lo que se deben todas las decepciones.

    Con todo, hay que recordar que no existe el amigo perfecto: los amigos "Y" no siempre actúan como quieres y a veces también te pueden decepcionar, como también pueden sorprenderte con algo que no esperabas; aun así, seguimos sabiendo quién son los "Y", porque, aunque a veces lo hagan mal, cuando le importas a alguien, lo notas.

    Respecto a las decepciones de las que hablaba antes, la solución es fácil: una vez detectado el fallo en la clasificación de los amigos, basta con recolocar a los que considerabas "Y" dentro de los "X" y darles menos importancia que antes, simplemente sabiendo cuánto se puede confiar en ellos y sin pasarse de ahí.

    ¿No?

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  2. Como se nota que estudias física, mi querido amigo "Y"

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